En el Martirologio Romano (y en general en los llamados «martirologios históricos») se menciona cada día los santos inscriptos, junto con una breve noticia biográfica de cada uno, llamada «elogio». Naturalmente, ese breve elogio no basta para satisfacer la natural curiosidad sobre el santo, ni para transmitirnos todo lo que podemos aprender de su vida.
Por ese motivo hay también santorales, como el de ETF, en los que no sólo se menciona a los santos y su elogio, sino que se agrega, en la medida de lo posible, un relato más extenso de la hagiografía del santo, con especial interés en destacar aquello en lo que el santo es ejemplar para la vida de los cristianos.
En el nuestro, además de acompañar con la hagiografía a la mayor cantidad de santos por día (no siempre es posible), les añadimos -dentro de lo que conseguimos- al menos una imagen, que ayude a la devoción y haga más llevadera la lectura.